Una creencia popular entre los propietarios de coches es que necesitan dejar que su coche se caliente durante varios minutos antes de empezar a conducir. La idea detrás de esto es permitir que el motor del coche alcance la temperatura adecuada al dejarlo al ralentí durante unos minutos, todo para proteger la longevidad y el rendimiento del motor. Sin embargo, la realidad es diferente. Dejar tu coche al ralentí durante unos minutos no solo desperdicia tu tiempo, sino que también desperdicia combustible valioso.
¡Es un consejo antiguo!
Quien te haya dicho que necesitas dejar tu coche al ralentí en una mañana fría para «calentar las cosas» podría estar atrapado en una especie de túnel del tiempo. Antes de 1980, la mayoría de los coches tenían carburadores, y estos motores sí necesitaban calentarse en invierno. ¿Por qué? Los carburadores regulaban la mezcla aire-combustible dentro del motor y no podían ajustar con precisión la relación aire-combustible en climas fríos.
Sistemas de Inyección de Combustible Eléctrica
Hoy en día, prácticamente todos los coches vendidos en Estados Unidos tienen un sistema de inyección de combustible eléctrica que ayuda a mantener la mezcla aire-combustible perfecta necesaria para la combustión, sin importar la temperatura ambiente. Por lo tanto, calentar el coche antes de conducir en un día frío se ha convertido en algo del pasado. Los sensores en el sistema de inyección de combustible electrónica de tu coche están regulando la mezcla aire-combustible en tiempo real, sin importar la temperatura exterior.
Este sistema permite que el inyector de combustible eléctrico ajuste la mezcla aire-combustible para compensar el clima frío.
Típicamente, un inyector de combustible eléctrico creará una mezcla aire-combustible rica en combustible al liberar más gasolina, compensando los bajos niveles de evaporación.
Teniendo esto en cuenta, cuando dejas tu coche al ralentí, estás quemando más combustible con poco o ningún beneficio.
